lunes, 28 de noviembre de 2011

Entendiendo nuetras emociones

Para poder entender nuestros pensamientos y lograr modificarlos de manera que en lugar de ser pensamientos que nos controlen negativamente, sean pensamientos positivos que nosotr@s dejamos fluir en nuestra mente, tenemos que entender nuestras emociones. En mi reflexión de hoy sobre la lectura del libro You Are What You Think de David Stoop, comentaré la ilustración de las emociones comparadas con los colores primarios.

Stoop señala que las tres emociones primarias que experimentamos son: amor, coraje y miedo. Estas tres emociones pueden ser comparadas o representadas por los tres colores primarios: rojo, azul y amarillo. En cada color y tonalidad se pueden ver uno de estos colores o alguna combinación de los mismos. De igual forma en cada respuesta emocional que experimentamos en la vida se puede ver una de estas emociones o alguna combinación de las mismas. 
Para entender las tres emociones primarias, nos ayuda ver que las mismas tienen movimiento hacia cualquier dirección. El autor nos presenta un excelente ejemplo para que podamos ver esta manifestación de emociones. El amor es la emoción que siempre nos mueve hacia alguien o algo. Cuando amo a alguien, quiero estar con esa persona. Me muevo hacia esa persona. Quiero escuchar su voz y sentir su toque. Quiero sentir su amor y caricias y quiero que sienta las mias. Quiero mostrarle apoyo en momentos de crisis y de igual forma quiero sentir su apoyo cuando soy yo quien necesita. Si siento amor por algo, como por ejemplo el chocolate, -siempre me encontraré terminando en una tienda de dulces. El amor al chocolate me atraerá de formas que ni yo mism@ me daré cuenta. 

El movimiento del coraje no sólo es en dirección contraria, sino también hacia lo que produce ese coraje. El coraje es una emoción que separa. Me muevo hacia el objeto de mi coraje, pero con una marcada intensidad que lo mismo ataca que me hace huír o me separa. 

El movimiento del miedo siempre es el de huir o alejarse de lo que produce el miedo.

El coraje y el miedo son las emociones en direcciones opuestas que producen el síndrome de pelear/volar "fight/flight syndrome." El coraje nos prepara para pelear -a movernos en contra y nos aleja y nos empuja. El miedo me prepara para volar y alejarme de la amenaza. Tanto el coraje como el miedo son reacciones a una amenaza. Interesantemente, lo que pasa psicológicamente (en el cuerpo) cuando me da coraje es idéntico a lo que sucede cuando me da miedo. La diferencia está en mi percepción de la amenaza -cómo yo veo la amenaza. 

Esto se puede claramente por ejemplo si somos víctimas de una broma, y no sabemos que es una broma, inicialmente podríamos recibir la amenaza con miedo. Al momento en que nos enteramos de que es una broma y tal amenza no es real, inmediatamente de forma automática, sentimos coraje. 

Cuando le añadimos a estas tres emociones otros sentimientos, lo que se experimenta es mucho más complejo. Utilizamos la palabra sentimientos para describir: preocupación, culpa, ansiedad, tristeza, depresión, alegría, gozo, contentamiento, etc. En realidad puedo entender todos estos sentimientos si puedo entender primero las tres emociones primarias y cómo estas trabajan. Mi entendimiento de cómo se mueven me ayudará a identificar lo que siento cuando estoy atravesando por una serie de eventos en las que los tres sentimientos están trabajando al mismo tiempo. 

Otro punto importante que debemos entender sobre estas tres emociones primarias es cómo las mismas se relacionan al auto-control. Las emociones de coraje y miedo son reacciones a situaciones o personas amenazantes. El amor es una emoción de auto-control, porque cuando el amor es nuestra respuesta, somos capaces de actuar, no reaccionar a la vida. 

Me parece que un manejo saludable de estas tres emociones primarias es poder identicarlas en distintas instancias y expeciencias diarias, y poder discutirlas abiertamente. Es poder identificar por qué se siente la emoción o emociones combinadas, qué produce tal emociones,  y qué se necesita para sentirse segur@ nuevamente.  El tener un oído que escuche nuestro proceso de identificar esas emociones en un espacio seguro, sin juicios ni prejucios es importante para el buen manejo de esos sentimientos. Es sumamente importante que la persona que escuche tenga la capacidad de tener empatía y pueda honrar los sentimientos de quien los expresa. 

Me parece igual de importante que se pueda tener la misma expectativa de apoyo, sostén emocional y expresiones de empatía que se esperan de un@. Esto hace el balance en una relación de cualquier tipo. 

Recordemos que de la misma manera que la vida está llena de colores diversos, con la mezcla de tonalidades de los tres colores primarios, de esa misma manera podemos esperar que las tres emociones primarias estén presente en todas las experiencia de la vida. Seamos nosotr@s, como artistas que pintamos nuestra propia obra de arte, siendo esta la que llamamos nuestra vida, quienes decidamos los colores que usaremos y las manifestaciones que representaremos. 



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