Durante el día de hoy, le repito a mi mente una y otra vez: ¨No estoy sola, (no estoy solo). Vivo en un mundo creado y sostenido por el amor de Dios.
Repítelo tantas veces como sea necesario. Repítelo hasta que tu mente te lo repita de vuelta a ti. Repítelo aunque no tengas deseos de hacerlo y se sienta pesada la repetición. Repítelo hasta que la repetición te ofrezca un sentido de confort, y provea una sonrisa en tu rostro, como muestra de seguridad y afirmación. Repítelo hasta que se grave en tu mente y lo sientas en el alma. No estás solo ni sola. Jesús dijo: ¨He aquí yo estoy con ustedes, todos los días, hasta el fin del mundo.¨
Un feliz día lleno de paz, armonía y balance. ¡Namasté!
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